Un nuevo impulso a la relación comercial con México se dio con la aprobación del protocolo modificatorio al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Colombia, hecho que se produjo en el Senado de la República, lo que permitirá la entrada de productos agropecuarios e industriales al programa de desgravación arancelaria.

La negociación incluyó algunos bienes que estaban fuera del programa de desgravación, o pendientes de incorporación, teniendo en cuenta que si bien las corrientes comerciales entre ambos países se han cuadruplicado desde el 2002, han resultado también más favorables para México.

Con 64 votos a favor y 20 en contra fue aprobado el pasado 6 de abril el documento que incluyó a productos agropecuarios y bienes industriales en el programa de desgravación arancelaria, modifica diversas reglas y busca mejorar el funcionamiento del Comité de Integración Regional de Insumos. Es de resaltar que el TLC con Colombia es una actualización del acuerdo comercial firmado en 1996 y que originalmente incluía a Venezuela, país que se retiró del mecanismo en 2006.

Dicho instrumento internacional permitirá generar en cinco años 60.000 nuevos empleos y que las exportaciones mexicanas alcancen USD9.000 millones, según los cálculos del Gobierno mexicano.

El texto aprobado señala que gracias a este acuerdo México podrá profundizar sus exportaciones de tráilers, remolques, poliestireno expandible y otros poliestirenos, bebidas no alcohólicas, garbanzos, jugo de naranja, trigo duro, preparaciones de pavo y tomates, entre otros.

En tanto, Colombia podrá comerciar sus galletas, chicles y ácido cítrico, citrato de sodio y calcio, aceite de palma, chicharrones para hornos de microondas y cigarrillos, principalmente.

“La profundización del Tratado de Libre Comercio con Colombia, aprobada en la víspera, representa una oportunidad de crecimiento para las exportaciones mexicanas, manteniendo el perfil superavitario que se ha registrado en dicho acuerdo en los últimos años”, expone el dictamen avalado por los senadores.

México exporta fundamentalmente a Colombia preparaciones lácteas para alimentación infantil, otras preparaciones alimenticias: maíz, garbanzo, artículos de confitería y preparaciones para salsas.

Lo que México adquiere de esta nación es principalmente azúcar y aceite de palma, concentrados de café y café instantáneo sin aromatizar.

Desde la entrada en vigor del TLC, las exportaciones mexicanas a Colombia han crecido en un 1.100%, al pasar de USD306 millones a USD3.757 millones.

El secretario de Economía, Bruno Ferrari, descartó que el Gobierno mexicano haya relegado a algún sector productivo nacional durante las negociaciones con Perú y Colombia para alcanzar acuerdos comerciales.

“Nuestro objetivo es apoyar al sector productivo nacional y a los consumidores. Por eso escuchamos y atendimos las inquietudes de todos los sectores, sin excepción”, afirmó al abordar la profundización del TLC con Colombia.

El funcionario mexicano dijo que las exportaciones a Colombia registran la tasa más alta de crecimiento entre los 11 TLC de México. Además de que es el segundo mercado de exportación en Latinoamérica, el segundo destino de la inversión mexicana en la región con USD5.500 millones acumulados y, también, es un importante aliado en la integración comercial del continente.

Aunque de acuerdo con la Secretaría de Economía, la importancia de la profundización del acuerdo se encuentra en la incorporación de nuevos productos, con el fin de buscar un mayor intercambio comercial y para facilitar el comercio, el nuevo TLC incluye candados para limitar la entrada a México de lácteos y el ingreso del café colombiano. Además, se impide el acceso a la carne bovina.

El Secretario de Economía, Bruno Ferrari aseguró en conferencia de prensa que en el caso de Colombia no hay riesgo de que ingrese carne de ese país contaminada con fiebre aftosa.

Por lo anterior, hizo un llamado a la unidad al Consejo Nacional Agropecuario (CNA) para consolidar dichos acuerdos comerciales, tal y como lo hizo el sector industrial.

“No entra, ni entrará carne de res colombiana hasta que ese país cumpla con todas las reglas sanitarias mexicanas”, aseguró.

Refirió que el cupo de carne de res otorgado a Colombia representa menos del 1% del consumo nacional.

Insistió en que no existe riesgo sanitario porque las autoridades mexicanas no permiten el acceso de carne contaminada, haya o no preferencia arancelaria. “El Gobierno mexicano es el primer interesado en no poner en riesgo el estado sanitario que tanto esfuerzo ha representado”, aseguró.

Para el titular de la Secretaría de Economía, entre los principales beneficios para México al negociar la profundización del TLC con Colombia destacan las mejores condiciones de acceso de tractocamiones y a los aceites vegetales.

Entre los sectores más beneficiados figuran el alimentario, químico, bebidas y tabaco, fabricación de prendas de vestir, plástico y hule.

Líderes de la industria automotriz fueron los primeros que hicieron un llamado para profundizar el TLC con Colombia e impulsarlo con Perú, ya que ambos países representan un mercado potencial de vehículos de USD5.600 millones, con lo cual la producción vehicular nacional podría llegar a su máxima capacidad.

Representantes de los diez principales gremios de México, que reúnen diferentes industrias de ese país, aseguraron que un TLC mayor con Colombia originará importantes oportunidades para expandir nichos de negocios, lo que en últimas fomentará la generación de nuevos puestos de trabajo en el país azteca.

El presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (Amia), Eduardo Solís, afirmó que el mercado colombiano, libre de todos los aranceles, permitiría ventas de hasta USD4.000 millones en los próximos años. A su vez, el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact), Carlos García Fernández, sostuvo que entrar al mercado colombiano representaría para la industria de los pesados el segundo destino más importante para sus ventas en el extranjero, apenas por debajo de EE UU.

La solicitud fue realizada además por los representantes de los sectores de autopartes, la industria química, los aceites y mantecas combustibles, los fabricantes de aparatos domésticos, el sector lechero, la industria textil, de electrónica y TIC y las manufacturas eléctricas.