Se estima que hay una oportunidad de EUR966.000 millones para las marcas que apuestan por la sostenibilidad, señala el último informe de Unilever.
La encuesta, realizada a 20.000 adultos de cinco países, se basa en las opciones de compra y se contrasta con sus decisiones de compra reales, dando una imagen más precisa de lo que la gente está realmente comprando y por qué.
El estudio detalla que el 21% de los encuestados elegirían activamente una marca si ésta hiciera visible sus credenciales de sostenibilidad de una manera más clara en sus envases y en su comercialización. Lo que representa una oportunidad potencial para las firmas.
Según datos de la empresa, las marcas de Unilever que integraron la sostenibilidad lograron casi la mitad del crecimiento global de la empresa en el 2015. A la par, también crecen un 30% más rápido que el resto del negocio.
La tendencia de las compras orientadas a objetivos es mayor entre los consumidores de las economías emergentes que en los mercados desarrollados. El 53% de los compradores de Reino Unido y el 78% en los EE UU, dicen sentirse mejor cuando compran productos que se producen de forma sostenible, ese número aumenta hasta el 88% en la India y el 85% en Brasil y Turquía.
El estudio identifica dos razones probables que explican por qué los consumidores en las economías emergentes son más propensos a la sostenibilidad en comparación con los mercados desarrollados:
La exposición directa al impacto negativo de las prácticas comerciales insostenibles, como la escasez de agua y energía, la pobreza alimentaria y la mala calidad del aire.
El poder de las normas sociales, mientras los brasileños, indios y turcos sienten la presión de sus familiares, amigos e incluso de sus hijos para comprar productos más ecológicos y socialmente responsables, este sentido de escrutinio social es actualmente menos frecuente en el Reino Unido y los EE UU.
Keith Weed, Jefe de Marketing y Comunicaciones de Unilever, dijo que la investigación confirma que la sostenibilidad se ha convertido en un imperativo para tener éxito globalmente y especialmente en las economías emergentes de Asia, África y Latinoamérica: “Las marcas deben ir más allá de las áreas de enfoque tradicionales como el rendimiento de los productos y la asequibilidad. En cambio, deben actuar rápidamente para demostrar sus credenciales sociales y ambientales. Mostrar a los consumidores que se les puede confiar el futuro del planeta y de las comunidades”.
Implicaciones para Costa Rica
La creciente consciencia de los consumidores sobre el origen de los productos que compran y sobre su impacto en el ambiente influye directamente en lo que consume, de allí que la preferencia por productos ecológicos es una tendencia consolidada en mercados internacionales como Europa, Australia y Nueva Zelanda. La tendencia está en boga en Norteamérica y se encuentra emergiendo en Latinoamérica, cuyos consumidores son cada vez más conscientes de adquirir productos que se ajusten a estándares sostenibles y que estén certificados. Lo anterior permite dirigirse a un nicho de consumidores dispuestos a pagar más por el producto que consume.
Los productos naturales y menos procesados son los que más se han beneficiado de esta preferencia. Esta tendencia ha provocado que las empresas ofrezcan cada vez más productos que cumplan con estos lineamientos y, por tanto, incluyen información sobre la sostenibilidad de sus empaques, ya que los consumidores demandan mayor claridad sobre los ingredientes de los productos, procesos de manufactura, inocuidad y trazabilidad. Asimismo, sus empaques son elaborados con materiales reciclados y amigables con el ambiente.