La industria naviera está en una situación complicada, no está ganando desde hace mucho tiempo, con la situación del bajo precio del petróleo hay un beneficio en el costo, pero en general ha perdido unos USD22.000 millones en los últimos siete años, tenemos que buscar una solución, acotó el holandés Van Trooijen.

Aunque no sea su caso, ya que Maersk Line está "bien", hay otras empresas que no registran retorno de la inversión, por lo que Van Trooijen ve que el futuro es de una consolidación en el sector porque es una industria muy dispersa, hay muchos competidores.

Enfatizó en que la consolidación beneficia a todos, aunque cree que la industria va a sufrir como una década.

La división naviera de Maersk tiene una participación en el mercado entre el 14% y el 15% tanto a nivel mundial como en Latinoamérica, detalló el ejecutivo.

Maersk, que además de su división naviera tiene en su grupo la explotación de petróleo, manejo de terminales y servicios auxiliares, emplea unas 89.000 personas en todo el planeta, mientras la división de Van Trooijen genera unos 1.000 puestos en Latinoamérica.

Su área de responsabilidad, que incluye desde México hasta Tierra del Fuego y las islas del Caribe, ha tenido resultados positivos en el último año, contribuyendo con el 10% del volumen global movido por la firma, que registró beneficios de USD2.341 millones de dólares, con USD821 millones más que en el 2013.

Latinoamérica, como siempre, ha dado una contribución muy positiva, no publicamos resultados regionales, solo globales, pero ha sido muy buena, enfatizó el presidente regional.
Según sus previsiones, en el 2015 el transporte de contenedores crecerá entre un 4% y un 5%, cuando antes del 2009 era del 10%, porque el multiplicador era del 2,5 sobre el crecimiento del producto interior bruto, ahora es de 1.

Esto lo ocasionó la crisis de intercambio, el costo relativo de China, la productividad, la tercerización, que está aproximándose al límite.

Vietnam está creciendo, México está aprovechando la recuperación de EE UU, está muy fuerte producir en Latinoamérica, porque el costo-beneficio es más creciente, hay menos distancia al destino, el auto que antes venía de Corea, ahora llega de México, hecho en México, no solo ensamblado, enumeró.

Con la nueva naviera del grupo, SeaLand, operando desde enero pasado en el mercado latinoamericano y la expectativa del comercio dentro de la Alianza del Pacífico (Colombia, Chile, México y Perú) el crecimiento del negocio en la región podría ser más alto comparado con el de Asia, estamos optimistas, apuntó.

No obstante, reconoció que las dificultades están en la costa este de Sudamérica, entre Argentina, Brasil y Venezuela, que "han sufrido bastante por falta de crecimiento y la inflación.

La economía y el comercio exterior de Latinoamérica cambiaron bastante durante 2014, indicó.

El lado positivo es la Alianza del Pacífico, el acuerdo les beneficia mucho, por la recuperación de EE UU y el negocio entre ellos y eso a su vez beneficia también el negocio con Europa y Asia, razonó van Trooijen.