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Unión Europea

Sanciones contra Rusia también impactarán la economía europea

Con el fin de presionar al presidente Vladimir Putin para que deje de apoyar a los separatistas prorrusos en Ucrania, la UE acordó un paquete de sanciones económicas contra Rusia. Sin embargo, estas medidas también podrían traer la salida de capital ruso del sector financiero y la pérdida de empleos en Europa.

Por: Rocío Celemín, Corresponsal Legiscomex.com Alemania

Luego de que el vuelo MH17 fuera derribado en la zona en conflicto entre Ucrania y los separatistas prorrusos, el Consejo de Ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) decidió acelerar la preparación del paquete de sanciones económicas contra Rusia, acordadas recientemente durante la Cumbre Europea.

El acuerdo fue divulgado ayer, martes 29 de agosto, y será aprobado formalmente por los gobiernos de los 28 Estados miembro de la UE. Se espera que el jueves en la noche se publiquen en el boletín oficial y entren en vigor.

Es la primera vez que hay consenso en la UE para establecer sanciones económicas a Moscú, conocidas como "de fase tres”, donde se incluyen restricciones financieras y embargo de armas.

Según información de la Comisión Europea, hasta el momento, las penalizaciones se habían centrado en la cancelación de reuniones bilaterales, la suspensión de cooperación en determinadas áreas y la congelación de activos y prohibición de visados para personas y entidades consideradas responsables de la desestabilización del este de Ucrania.

“Estas medidas ya se habían anunciado y ahora entrarán en vigor. Es una cuestión de credibilidad para nuestra política”, sostuvo Elmar Brok, parlamentario europeo cristianodemócrata, en una entrevista para la televisión alemana.

Las sanciones

Uno de los aspectos más importantes de las sanciones, tiene que ver con las limitaciones en el sector financiero, que prohibirán a los bancos rusos comerciar con acciones o bonos en la UE, lo que aumentará los costos de financiación de la economía rusa, que ya se encuentra en problemas. Esta medida se aplicará, concretamente, a los bancos rusos que tengan más del 50% de capital suscrito por el Estado. El veto afecta tanto a cualquier plaza financiera como a las emisiones y al resto de operaciones en el mercado secundario. La lista de las entidades financieras afectadas, se publicará en los próximos días.

Así mismo, la UE prohibirá las exportaciones de algunos productos de alta tecnología al ejército ruso, de equipamiento y técnicas especiales para la extracción de petróleo; así como las ventas internacionales de aquellos productos de uso civil en la Unión, que puedan ser utilizados con fines bélicos. La prohibición solo afectará a las nuevas exportaciones y quedan excluidos los contratos firmados con antelación.

No obstante, no se tomaron decisiones relacionadas con la industria que fabrica equipo o maquinaria de alta tecnología, necesaria para la explotación de gas. Esto tiene que ver con la dependencia que la UE tiene del gas ruso.

Se calcula que debido a estas sanciones, el gobierno de Moscú podría perder alrededor de €10.000 millones al año. Estas tendrán una validez de 12 meses, pero la idea de la UE es revisarlas en tres meses, para evaluar cuál ha sido su impacto real y darle la opción a Rusia de negociar.

“Queremos dejar claro que el comportamiento de Rusia está desestabilizando Ucrania y esto es inaceptable. Con el gobierno estadounidense, la UE impondrá más sanciones a menos que cambie esa conducta”, enfatizó David Cameron, primer ministro del Reino Unido.

Precisamente EE UU también anunció esta semana el incremento de las sanciones a Rusia en materia de energía y finanzas. El presidente de este país, Barack Obama, ha señalado que “la proyección de crecimiento para Rusia este año es de cero y que espera que estas nuevas medidas aumenten la presión sobre los que apoyan las actividades ilegales de Rusia en Ucrania”.

Consecuencias en la UE

Sin embargo, el golpe económico no solo se sentirá en Rusia. La maltrecha economía de la UE se podría resentir aún más, ante una eventual salida de capitales rusos del centro financiero de Londres y la pérdida de empleo en sectores como el de la técnica petrolera o el comercio.

Solo en Alemania existen más de 6.000 empresas que tienen negocios con Rusia, según información de la Cámara alemana de Industria y Comercio (DIHK, por su sigla en alemán) y en muchas de ellas ya empiezan a sentir el impacto de la crisis, pues sus clientes están inseguros y evitan hacer pedidos.

De hecho, el Deutsche Bank prevé que si la situación no se resuelve en los próximos meses y Rusia responde con más medidas, el Producto Interno Bruto (PIB) de este país podría tener un retroceso del 0,5% y se podrían perder alrededor de 25.000 empleos en todo el país.

Una de las áreas donde podría haber mayores pérdidas, tiene que ver con los bienes de doble uso (civil y militar). Los países comunitarios exportan por este concepto cerca de €20.000 millones al año. Para reducir el impacto, la Comisión incluyó en la restricción solo el 20% de lo que se vende a este mercado, con lo cual las pérdidas estarían cercanas solo a €4.000 millones al año.

Por su parte, en el campo de la tecnología para el sector energético existe un efecto negativo, debido a las restricciones que ya habían sido aplicadas por EE UU. Según la Comisión Europea, todo producto que tenga al menos un 25% de participación estadounidense entra dentro del veto que había establecido Washington. Y ahora, con las nuevas medidas de la UE, habría hasta 32 tipos de tecnologías que los Estados miembro podrían elegir suspender.

También existe el temor de que ante las sanciones tomadas por la UE y EE UU, Putin decida no venderle más gas a Europa, lo que afectaría a varios países del este que son 100% dependientes de las exportaciones provenientes de Rusia, así como a Alemania, en donde el 30% de gas que se consume proviene de ese país.

Sin embargo, los analistas no ven tan probable que esto suceda, ya que si Rusia -debido a la limitante que tendrá para acceder a capitales-, entra en recesión económica, no le sería conveniente que se afectara una de sus principales fuentes de ingreso, como lo es la venta de gas a la UE.

Comercio bilateral

De acuerdo con la Oficina de Estadística de la Unión Europea (Eurostat) las exportaciones de bienes y servicios de la UE a Rusia alcanzaron en 2012 (último año disponible) €120.000 millones, mientras las importaciones sumaron €213.000 millones.

Los combustibles, con el 76% (en especial el gas), son los principales productos importados por la UE. Le siguen las manufacturas (6%), los productos químicos (3%), las materias primas (2%) y la maquinaria (1%), entre otros.

A su vez, este bloque exporta a Rusia sobre todo bienes relacionados con el sector de maquinaria y transporte (50%), seguido por productos manufacturados, con el 22%; productos químicos, con el 16%, y materias primas, con el 1%.

Alemania es el principal socio comercial de Rusia, seguido de lejos por Italia, Francia, Reino Unido y España.