Proponen transformación arancelaria del sector automotor en Colombia

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El Gobierno Nacional recientemente expidió un proyecto de decreto mediante el cual pretende incrementar el arancel de aduanas para las importaciones de vehículos y sus partes, con lo cual marcaria según el proyecto un paso significativo en la estrategia gubernamental de reindustrialización y sostenibilidad en Colombia.

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Según el proyecto de decreto, esta medida, establece nuevos parámetros arancelarios diseñados para incentivar la adopción de tecnologías limpias, proteger la industria nacional y fomentar la diversificación productiva.

 

El proyecto introduce un sistema escalonado de aranceles basado en el tipo de tecnología vehicular:

Vehículos de cero emisiones: Los vehículos eléctricos o híbridos enchufables tendrán aranceles significativamente más bajos. Por ejemplo, algunos modelos enchufables podrán acogerse a un gravamen del 15% o 20%.

Vehículos con altas emisiones: Aquellos que utilicen combustibles fósiles tradicionales enfrentarán aranceles que pueden llegar hasta el 40%.

Partes de vehículos: 10%, 20% o 25%

 

El proyecto de decreto, establece en su gran mayoría un aumento del 10% en los aranceles para todas las autopartes y motopartes, que según el Gobierno se ajusta a las necesidades del mercado local y garantiza el cumplimiento de los compromisos internacionales, y con lo cual busca favorecer la producción nacional siempre que se satisfagan criterios de oferta y demanda interna (Clic aquí para ver el comparativo de los gravámenes actuales con los del proyecto de decreto).

 

El proyecto de decreto contempla un mecanismo de revisión anual liderado por el Comité de Asuntos Aduaneros, Arancelarios y de Comercio Exterior, lo que le permitirá al Gobierno ajustar las tarifas según la evolución de la industria y las necesidades del mercado.

 

Según el proyecto, la diferenciación arancelaria busca incentivar la adopción de tecnologías limpias y fortalecer la industria nacional de vehículos y autopartes y se espera que estos cambios entre otros aspectos:

—Promuevan el encadenamiento productivo entre sectores como la metalmecánica, petroquímica, eléctrica y electrónica.

—Generen empleos calificados y aumenten la sofisticación tecnológica en el país.

 

Al reducir los costos asociados a tecnologías sostenibles, el decreto crea un entorno favorable para atraer inversiones internacionales en manufactura y ensamblaje, lo que posicionaría a Colombia como un hub regional para la movilidad sostenible.

 

Aunque las medidas arancelarias buscan proteger la producción nacional, el proyecto de decreto establece explícitamente el cumplimiento de los tratados internacionales, asegurando un equilibrio entre los objetivos de desarrollo interno y las obligaciones comerciales de Colombia.

 

El proyecto de decreto traería los siguientes desafíos en la implementación:

—Monitoreo de Producción Nacional: Para garantizar que las medidas favorezcan la industria local, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo deberá realizar evaluaciones constantes sobre la capacidad de producción y la demanda interna.

—Armonización con Políticas Ambientales: Es crucial que los incentivos arancelarios estén alineados con los objetivos de reducción de emisiones y transición energética.

 

El proyecto de decreto arancelario para el sector automotor no solo marcaría un cambio normativo, sino que refleja según el Gobierno una visión hacia la reindustrialización sostenible y a través de la diferenciación arancelaria, se buscaría posicionar a Colombia como líder regional en movilidad sostenible, fortaleciendo su industria local y alineándose con las exigencias de un mercado global cada vez más competitivo.

 

Sin embargo, el aumento de aranceles puede tener otros efectos, cómo por ejemplo:

—Mayores ingresos fiscales a corto plazo.

—Aumentos en los precios finales al consumidor.

—Presiones inflacionarias ya que los bienes gravados generalmente son insumos necesarios para la producción local o productos de consumo masivo.

—Desincentivar la importación de bienes, reduciendo la diversidad de productos disponibles en el mercado local.

—La protección prolongada de las industrias nacionales podría reducir los incentivos para que estas innoven o aumenten su eficiencia.

 

Aunque el aumento de gravámenes arancelarios puede proteger industrias locales y generar ingresos fiscales, también puede generar efectos negativos como inflación, tensiones comerciales y limitaciones en el acceso a bienes. El impacto neto dependerá de la capacidad de las industrias locales para responder a la demanda, y la forma en que se complementen estas medidas con políticas públicas de largo plazo.

 

Para más información arancelaria, puede consultar el Arancel Electrónico Legis aquí https://acortar.link/ZzZ4Lv.