En el caso de que el acceso a los mercados no pueda llevarse a cabo mediante la exportación del producto o los acuerdos contractuales, debido a decisiones gubernamentales que lo impiden o por restricciones cualitativas o cuantitativas. Las empresas tendrán que buscar otra forma de entrada a los mercados, sí existen expectativas de beneficio y las razones estratégicas son favorables, la empresa puede optar por la modalidad de la inversión directa. Esta modalidad se puede lograr mediante la creación de una nueva entidad empresarial (filial o subsidiaria comercial o productiva), donde la empresa dispone de la propiedad al 100% o mediante la adquisición de una empresa local ya existente. En el caso de que el grado de propiedad de las empresas sea parcial, estaremos frente a una sociedad de riesgo compartido (joint ventures).
La Inversión directa se caracteriza por:
• Presencia permanente en el exterior
• Inversión elevada
• Grado de control total o muy alto
• Riesgo elevado
• Contacto directo con el mercado exterior
• Suelen darse en etapas avanzadas o finales del proceso de internacionalización
• Muchas Pymes no pueden acceder a estas fórmulas de entrada, por su elevado coste